jueves, 19 de enero de 2012

Si te duele para oír, estás enfermo de hiperacusia


Usted se sirve una rica limonada, va hacia su sitio de trabajo, se sienta y descarga el vaso sobre el escritorio, ni siquera se percata qué tan duro se ha posado ese recipiente de vidrio, pero el compañero que está a un metro y medio ha movido ligeramente la cabeza, se voltea y mira no tanto la limonada sino el elemento que la contiene.
Ese ruido para él resulta alto e inquietante porque sufre de hiperacusia. De hecho, si ese vaso cae por accidente al piso, producirá en el oído te tu compañero una molestia grande y hasta dolor.

Por lo regular se confunde esta enfermedad con "escuchar demasiado", también se dice popularmente en Colombia: "tiene oído de tísico", sin embargo, José Antonio Rivas, otorrinolaringólogo de la Clínica Rivas de Bogotá Colombia, aclara que "para los pacientes con hiperacusia, estos sonidos diarios pueden causar dolor, frustración e, incluso, terror".
Según el especialista se ha observado inclusive a niños alejándose de sonidos específicos, angustiosos para ellos, pero inofensivos para el resto. Agrega que la falta de compresión es otro inconveniente para las personas que tienen este problema, aunque en general las personas con hiperacusia poseen una audición perfectamente normal.
Sin embargo, esta es una patología que requiere atención, porque termina afectando la calidad de vida de las personas. Algunos estudios sugieren que el 1% de la poblacion de Estados Unidos (3 millones de personas) sufre de hiperacusia.

Tenga en cuenta
  • Para algunos pacientes, el problema surge con niveles de sonido muy bajos (25 decibeles)
  • El diagnóstico se hace difícil cuando no se tienen los equipos adecuados (algunos sólo trabajan con sonidos a partir de 80 decibeles)
  • La hiperacusia puede ser un problema especialmente difícil para los niños, porque no pueden explicar con claridad sus síntomas.
  • Los médicos se atreven a señalar que la cura no es el silencio ni los tapones, ya que el ruido demasiado bajo puede empeorar el problema.
  • Las personas con baja tolerancia a los sonidos deben rodearse de sonidos agradables de bajo nivel en todo momento. 
  • Se recomienda usar radios con un volumen bajo o incluso un generador de ruido para una estimulación constante para ayudar al cerebro a readaptarse a los sonidos diarios normales.

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